Carta de una paciente del taller de Fibromialgia

Este escrito que publico a continuación es una carta que me remite una paciente del taller de Fibromialgia del Centro de Salud La Laguna Cádiz (del cual soy el enfermero responsable), pidiéndome que se la publique.




Hola, soy una paciente que acude dos veces por semana al taller de Fibromialgia que se realiza en el Centro de Salud la Laguna Cádiz.

Un día José Luis nos preguntó que habia canbiado en nuestras vidas al tener Fibromialgia, pues bien en mi caso mi vida dio un giro de 180º, pasé de ser una persona feliz, que nunca se cansaba, trabajaba limpiando, llevaba mi casa y mis dos hijas y nunca me quejaba ni me dolía nada, hasta que un día sin previo aviso me visitó la Fibromialgia para quedarse para siempre y mi vida se convirtió en un calvario, ya no podía realizar las tareas del hogar, el simple hecho de hacer una cama para mi era un mundo. Me sentía mala madre por no poder llevar a mis hijas pequeñas a la playa o simplemente llevarlas a jugar al parque y como esposa me sentía aun peor.

La Fibromialgia fue poco a poco adueñandose de mi vida...

Lo peor era cuando iba a las consultas médicas, uno tras otro me decían que no tenia nada, que todo era psicológico y de los nervios y que mi sitio estaba en la consulta de un psiquiatra.

¿Por qué cuento todo esto? Pues bien, un día llegué a mi centro de salud y me informaron que allí se estaban impartiendo talleres a personas con Fibromialgia, así que decidí ir. Llegué con mucha desconfianza ya que mis experiencias anteriores con el sistema sanitario eran nefastas, pues bien cuál fue mi sorpresa al conocer a José Luis, para mi es un gran profesional, es compresivo y humanitario, su taller nos ha aportado mucha más estabilidad, agilidad y coordinación a nuestro dolorido cuerpo.

Hoy puedo decir que no estamos locas, como algunos nos dicen, que lo que somos es enfermas crónicas y que no es ninguna tontería. El taller es como una inyección o un soplo de vida para nosotras (creo que mis compañeras están de acuerdo), por eso estaremos eternamente agradecidas a José Luis Paredes y gracias por estar ahí con nosotras.

Recuerda "Yo tengo la Fibromialgia, la Fibromialgia no me tiene a mi".